Actos de agresión, de Noam Chomsky
Como se dice en la contraportada, realmente pocos libros pueden ser tan oportunos como éste, si atendemos a la situación que se vive en el mundo a raíz de la agresión, vendida como guerra de liberación, aliada a Irak. No se confunda, este título no trata sobre la guerra, sino sobre aquellos mecanismos que usa de la única superpotencia mundial para mantener y asegurar su status quo.
Actos de agresión comprende tres ensayos diferentes: «El control de los medios de difusión. Los espectaculares logros de la propaganda», «El paraguas del poderío estadounidense. La Declaración Universal de los Derechos Humanos y las contradicciones de la política norteamericana», ambos de 1991, y «Actos de agresión. Vigilancia de los países delincuentes», que recoge también dos artículos de Edward W. Said, «El apocalipsis ahora», y Ramsey Clark, «Sobre el quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos». Que no se confunda el lector: a pesar de los más que evidentes paralelismos con la actual agresión, los dos primeros ensayos se refieren a la primera guerra del Golfo; si, aquélla que, bajo pretexto de guerra de liberación de Kuwait, se sometió a Irak a uno de los bloqueos económicos más inhumanos que se recuerdan (más de un millón de personas perdieron la vida desde entonces por la desnutrición y la falta de medicamentos) y se consiguió que Kuwait, su petróleo y su situación estratégica, quedasen francos para el mundo occidental y, sin embargo, se dejaron libres las manos de Sadam Huseín para reprimir, en grado de genocidio, a sunís y kurdos.
Los tres ensayos comparten el objetivo de señalar numerosas acciones poco éticas del gobierno de Estados Unidos en el marco tanto de las relaciones internacionales como, en el caso del segundo ensayo, la violación flagrante de algunos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el terreno de los derechos laborales en su territorio. Destacaría «El control de los medios de difusión», donde se analizan las técnicas básicas de propaganda; puede ser útil para enfrentarse, con ojo analítico y extremadamente crítico, a las informaciones que se nos ofrecen como ciudadanos.
«El paraguas del poderío estadounidense» es una desgranación de violaciones de la Carta de los Derechos Humanos, que a pesar de entrar en cierto detalle, parece más una lista de agravios que no un análisis de causas; partiendo de la maldad inherente del Gobierno estadounidense, el lector se enterará de algunos tejemanejes que ya sospechaba, sobre todo sobre las actuaciones en el patio trasero de Estados Unidos que es Latinoamérica. Aquí, Chomsky da rienda suelta a su rabia y eso le hace perder puntos como ensayo.
«Actos de agresión» discurre por senderos similares, apuntando esta vez al cinismo del mayor delincuente del derecho internacional, que se arroga como sheriff del mundo. De nuevo, Chomsky (y Said) se amparan en cierto discurso demagógico que, bueno, al que escribe estas líneas le agrada, pero que le resta objetividad.
Por cierto, Noam Chomsky ha influido en nuestra época de escolares, por mucho que a la mayoría no le suene su nombre: fue el que introdujo el análisis sintáctico de las frases (sí, los famosos árboles que analizaban el sujeto y el predicado de las frases, ¿se acuerdan?). Recomiendo visitar su página web y seguir de cerca la bibliografía de uno de los ensayistas más críticos y guerreros de la actualidad. Eso sí, recomiendo una lectura crítica de sus obras, que en no pocas ocasiones se desvía a un anarquismo casi dogmático.
Noam Chomsky, Actos de agresión
Editorial: Crítica
Colección: Bibliópolis bolsillo
Páginas: 176
P.V.P.: 7,50 euros
Actos de agresión comprende tres ensayos diferentes: «El control de los medios de difusión. Los espectaculares logros de la propaganda», «El paraguas del poderío estadounidense. La Declaración Universal de los Derechos Humanos y las contradicciones de la política norteamericana», ambos de 1991, y «Actos de agresión. Vigilancia de los países delincuentes», que recoge también dos artículos de Edward W. Said, «El apocalipsis ahora», y Ramsey Clark, «Sobre el quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos». Que no se confunda el lector: a pesar de los más que evidentes paralelismos con la actual agresión, los dos primeros ensayos se refieren a la primera guerra del Golfo; si, aquélla que, bajo pretexto de guerra de liberación de Kuwait, se sometió a Irak a uno de los bloqueos económicos más inhumanos que se recuerdan (más de un millón de personas perdieron la vida desde entonces por la desnutrición y la falta de medicamentos) y se consiguió que Kuwait, su petróleo y su situación estratégica, quedasen francos para el mundo occidental y, sin embargo, se dejaron libres las manos de Sadam Huseín para reprimir, en grado de genocidio, a sunís y kurdos.
Los tres ensayos comparten el objetivo de señalar numerosas acciones poco éticas del gobierno de Estados Unidos en el marco tanto de las relaciones internacionales como, en el caso del segundo ensayo, la violación flagrante de algunos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el terreno de los derechos laborales en su territorio. Destacaría «El control de los medios de difusión», donde se analizan las técnicas básicas de propaganda; puede ser útil para enfrentarse, con ojo analítico y extremadamente crítico, a las informaciones que se nos ofrecen como ciudadanos.
«El paraguas del poderío estadounidense» es una desgranación de violaciones de la Carta de los Derechos Humanos, que a pesar de entrar en cierto detalle, parece más una lista de agravios que no un análisis de causas; partiendo de la maldad inherente del Gobierno estadounidense, el lector se enterará de algunos tejemanejes que ya sospechaba, sobre todo sobre las actuaciones en el patio trasero de Estados Unidos que es Latinoamérica. Aquí, Chomsky da rienda suelta a su rabia y eso le hace perder puntos como ensayo.
«Actos de agresión» discurre por senderos similares, apuntando esta vez al cinismo del mayor delincuente del derecho internacional, que se arroga como sheriff del mundo. De nuevo, Chomsky (y Said) se amparan en cierto discurso demagógico que, bueno, al que escribe estas líneas le agrada, pero que le resta objetividad.
Por cierto, Noam Chomsky ha influido en nuestra época de escolares, por mucho que a la mayoría no le suene su nombre: fue el que introdujo el análisis sintáctico de las frases (sí, los famosos árboles que analizaban el sujeto y el predicado de las frases, ¿se acuerdan?). Recomiendo visitar su página web y seguir de cerca la bibliografía de uno de los ensayistas más críticos y guerreros de la actualidad. Eso sí, recomiendo una lectura crítica de sus obras, que en no pocas ocasiones se desvía a un anarquismo casi dogmático.
Noam Chomsky, Actos de agresión
Editorial: Crítica
Colección: Bibliópolis bolsillo
Páginas: 176
P.V.P.: 7,50 euros
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